Si hacemos un análisis profundo para establecer quiénes son realmente los representantes de los ciudadanos, no nos equivocamos si puntualizamos que primero está la dupla Gobernador/Vice.
Luego los Diputados, Senadores, Intendente y Concejales. Por último aparecen las Comisiones Vecinales electas por el voto popular.
Los primeros tienen todo el poder económico y político y son respaldados por la estructura partidaria y del estado. Los últimos son los que verdaderamente trabajan por el bien común de su sociedad y no reciben en la mayoría de los casos, el mínimo apoyo.
Un intendente logra escasos votos, teniendo en cuenta el caudal electoral, para posicionarse como el “mandamás”, y a partir de allí empieza su gestión buscando saldar deudas políticas con los empresarios comprometidos y que en muchas oportunidades fueron los que apoyaron su llegada al cargo.
No hablamos de este gobierno municipal específicamente, estamos pintando el panorama que hemos vivido desde la inserción de nuestra sociedad en esta tan preciada y vapuleada democracia.
Excepto Don “Tulo” Lamosas allá por los años ochenta, nadie asumió la responsabilidad de administrar los bienes de los posadeños como tiene que ser. El trabajo en los barrios se eliminó por las obras “faraónicas” de moda que hacen a la belleza de nuestra ciudad pero para los que las utilizan en tránsito.
Los vecinos de los barrios por el contrario, tienen que seguir lidiando con la falta de limpieza de las bocas de tormentas, con las inundaciones de sus cuadras, con la suciedad en las calles, con el barro y la mugre.
No estamos en contra del progreso, pero estas enormes “obras” deberían ir de la mano con el trabajo cotidiano de mantenimiento de las chacras. Como decía un viejo vecino, -“La gente no come asfalto”.
Si... tiene enormes necesidades de todo tipo y en determinados casos, las Comisiones Vecinales salen a solucionarlas.
En lo que respecta a nuestro barrio, muchos comentan sobre el orden que existe en nuestra chacra 63. Siempre aclaramos que con recursos propios hacemos lo que está a la vista.
Qué lindo seria si contáramos con lo mínimo indispensable para realizar las tareas cotidianas evitando esa conglomeración de acciones que tienen las Delegaciones y que nunca pueden paliar las urgencias de más de 70 chacras…
Algunas veces nos sentimos menospreciados cuando algún funcionario que nunca apareció por el barrio se decide a traer un camión para recolección o gente para limpieza o poda.
Muchos de ellos actúan sin siquiera consultar, preguntar o pedir el apoyo a la Comisión para trabajar en conjunto en un claro acto de politiquería barata y de obsecuencia debida para demostrar que la “Muni” hace algo.
Sin embargo los pedidos que nosotros muchas veces realizamos, mueren en un cajón. Creemos que debería existir un mayor respeto hacia todas las Comisiones Vecinales y eliminar esos innumerables filtros que posee el Ingº Franco que hacen imposible estar cara a cara con él.
Esta burbuja de nube en la que lo introdujeron algunos funcionarios de su entorno no le ayuda para nada, porque solo le deja escuchar los que ellos quieren decir acallando las voces de la gente.
Todo es posible, el cambio tambien, y puede ser posible que algún día una persona electa por el pueblo como el Intendente trabaje directamente con otras también electas por los ciudadanos como son las Comisiones Vecinales.
El “show” mediático para los medios pagados en las escuelas o polideportivos no sirve de nada, en los barrios se edifican los proyectos políticos y allí nace el respaldo que se deposita en las urnas en épocas de elecciones.
